Nuestra historia
Bennet nació como nacen las cosas más auténticas: desde la curiosidad, la pasión y una necesidad profunda de crear con propósito. De una niña que encontró refugio en el arte, en lo manual, en crear mundos propios cuando el mundo alrededor se caía. Nace de una casa con caos, donde bordar, coser o pintar era una forma de respirar. Nace del amor de una abuela que enseñó que con las manos también se puede sanar. Hoy esa niña creció, y ese refugio se volvió marca. Una marca que cree que el diseño puede ser una forma de decir, de mostrar quién sos sin pedir permiso. Que vestirse también puede ser un acto de creación. Un proyecto que honra lo artesanal, lo emocional y lo imperfectamente bello.
Una marca que no nació como estrategia, sino como necesidad de contar una historia propia, a través de las prendas. Nada que no diga algo.
Lo que nos distingue
No hay dos iguales, NO REPETIMOS SIN ALMA.
En un mundo lleno de producciones en serie, Bennet apuesta por lo irrepetible.
¿Qué nos hace diferentes?
🔸 Diseñás tu propia prenda.
Cada prenda, una historia. Nunca copia. Te damos el espacio para crear.
Podés elegir tonos, combinaciones, texturas y terminaciones para diseñar una lencería o malla que hable 100% de vos.
🔸 Estampas pintadas a mano.
No usamos prints genéricos. Creamos obras únicas, desde el papel hasta la piel.
Muchas de nuestras telas nacen como ilustraciones originales, creadas por mi hermana, una artista con sensibilidad única que a veces en lugar de escribir, pinta lo que siente. Y así, desde una hoja en blanco, desde una acuarela, nace una historia que después se convierte en una prenda que alguien elige usar, porque le habla, porque la representa.
Nuestra Filosofía
Que la ropa que elegís habla de vos, incluso cuando nadie la ve.
Por eso nuestras prendas no están hechas para encajar, sino para liberar.
- Creemos en lo artesanal.
Aunque crezcamos, no vamos a perder la sensibilidad del detalle.
Cada elección de tela, de forma, de textura, de estampas, se hace con el corazón en la mano. - Creemos en la magia del proceso.
Porque crear también es sanar.
Y cuando diseñás algo tuyo, lo llevás con otro tipo de orgullo.
La que no se mide, no se corrige, no pide permiso.
La que nace de habitarte y decir: esto también es mío.